Cuando empiezo un blog (ya van taaantos que impresos y juntos podrían dar como resultado un tomo cuyo grosor envidiaría Tolstoi para Anna Karenina), intento dejar claro en el primer post que escribo de qué va el asunto.
Con este no lo tengo nada claro, todo ha salido mal desde el principio. Pensaba para su dirección en algo popero y demodé como MissCelánea, "ingeniósisima", pretenciosa y claramente gafapastosa idea, ya parida por otras muchas "Misses" que tenían tan poco clara la temática de su blog como yo ahora. Así que desesperada, fumando un cigarrillo y escuchando música inspiracional, me tiré por algo más castizo que tuviera un concepto similar al de miscelánea, o cajón de sastre. Es más, ahora me arrepiento ya que en una era en la que hablamos de miembros y miembras, debería haberle puesto CajóndeSastra. O incluso CajónDesastre. Dios, cómo me gusta este último. De hecho, ahora mismo, lo de Coleccionista de Ideas me parece algo precipitado, coñazo, aburrido y sospechosamente parecido a un programa de zapping-relleno que se llama El Coleccionista de Imágenes. Nadie es perfecto, como le dijeron a Jack Lemmon en Con faldas y a lo loco.
Con este nuevo blog pretendo muchas cosas. Cirticar, insultar, desahogarme, dar envidia cochina sobre lo guay que es mi vida, recuperar el viejo vicio de la escritura, aconsejar recetas, vinos, restaurantes, copas, hablar de decoración, reformas, moda, ropa, maquillaje, política, libros, películas, contar mis descabellados planes de emigración y quizá hasta de amor. Qué más da. Puedo coleccionar todo tipo de ideas.
Hasta pronto.
CajonDesastre (porque no podrías haber puesto tildes) habría molado, aunque me sorprendería que no estuviera cogido ya.
ResponderEliminarMe alegra volver a verte por lares bloguiles. A ver qué nos traes esta vez, aunque tienes una marca propia difícil de batir :P. Helena... siempre dio mucha guerra.