miércoles, 18 de enero de 2012

Restaurantes In, restaurantes Out.

Hace mucho, mucho tiempo que Mr Plaza y yo hablamos de tener un blog para comentar las cosas interesantes con las que nos vamos encontrando porque somos los más cool.

En fin, sarcasmos a parte, pensamos que por lo menos, para opinar sobre comida y restaurantes sí que tenemos buen criterio y gusto. Justamente por eso hemos decido crear dos secciones llamadas "Los restaurantes que más molan" y "Restaurantes detestables" (esta sin acritud, ¿eh?) Procedemos a la inauguración de la primera.


LOS RESTAURANTES QUE MÁS MOLAN.
En esta categoría tan simplona, englobamos nuestros restaurantes favoritos empleando para su evaluación diferentes criterios: calidad-precio, disponibilidad y calidad del menú del día, originalidad de la carta, qué nos parecen los vinos que ofrecen, decoración, trato y eficiencia del servicio, además de la zona en la que se encuentran y sus posibilidades de ocio.

Se Fini:

Un sitio perfecto por muchas razones. La mayoría de los que nos conocéis, estaréis hartos de oir nuestras alabanzas constantes y cansinas. Nuestra historia con el restaurante es larga, y nos vuelven locos no sólo sus platos sino su actual ubicación en el Casco Vello. En el número 10 de la Calle Real (un poco antes del Uno Está, antiguo Casa Grande), a tiro de piedra de la Concatedral, Rúa Cesteiros y por lo tanto de la Plaza de la Constitución. De modo que tanto si trabajas por el centro, te vas de compras a Príncipe, o te apetece salir a tomar una copa y quieres cenar fuera, es una zona estupenda.

El local es amplio y cómodo, con mesas espaciosas y unos baños im-pe-ca-bles. En el de chicos la que os escribe no ha entrado, pero en el de señoras (además de estar inmaculado), la dueña siempre deja como atención a sus clientas una colonia suave con aromas cítricos y una cestita con algodoncillos, quitaesmaltes, lacas de uñas de colores, perfiladores de labios y productos de higiene íntma. Vamos, que te salva de más de un apuro.
Continuando con el local, tienen una miniterracita encantadora al fondo con mesitas diminutas y taburetes altos donde tomarte una caña y echar un cigarrillo, desde la que bajan unas escaleras que desembocan en su partio interior. Aunque pequeñito, es muy coqueto y estupendo para cenar o comer cuando llegan la primavera y el verano. También tienen una repisa de madera en la pared exterior, al lado de la puerta de entrada donde puedes tomarte un vino sin necesidad de estar en el interior.

Y yendo ya a temas culianarios, el Se Fini es la bomba. Primero, porque con cada consumición que hagas (una caña, un vino, un refresco) te invitan a una tapita de cortesía que muchas veces es una versión reducida de sus entrantes en carta. Siempre originales y en muchos casos recién hechas. Segundo, porque su menú del día es estupendo y muy abundante; la comida depende un poco de mercado, aunque como pasa con las tapas de cortesía de vez en cuando te topas con platos de carta. La última vez que estuvimos nos pusieron de primero un contudente plato sopero de crema de verduras y de segundo un filete a la brasa que se deshacía como mantequilla, acompañado de sus patatitas y una ensalada agridulce. Incluída va la bebida (si pides agua te ponen una botella grande), pan y postre o café. Creo que ronda los ocho-nueve euros, y si la memoria no me falla tienes la opción de tomarte solo un plato por cinco euros (que en muchos casos, es más que suficiente)

En carta hay entrantes como ensaladas (me temo que ninguna apta para veganos), tostas (de solomillo de cerdo con brie, de salmón con salsa tártara, de foie y pato, de hummus, de chistorra envuelta en una delicada espiral de patata...) El precio suele rondar los dos euros. Nuestros entrantes favoritos son los carpaccios (carne o pescado crudos, loncheados muy finamente y con algún aliño que los marina y los "cocina" un poco, de modo que si no te va lo crudo o los sabores potentes mejor pasa del tema). Los hay de ternera (con aceite, pimienta, sal, limón y parmesano rallado) y de cigalas o carabineros según disponibilidad, nuestro favorito, aliñado también con aceite, sal, pimienta, limón y... caviar de erizo. Fantástico. Gloria Bendita. Viviría sólo de carpaccio de cigalas si pudiera.

En los platos fuertes hay un poco de todo. Recuerdo con especial cariño las lágrimas de pollo a la mostaza con arroz basmati, los bocaditos de solomillo con foie, las brochetas tanto de carne como de pescado (creo que la de pescado es de rape y vieiras). También tienen una lasaña correctísima.

En cuanto a postres, destaco sin duda la crema de lima y la tarta de chocolate casera que se hacen dignas de cortarte encargando platos para dejarles un huequecillo. Con un café y un chupito, si es que vas de cenita y te permites una alegría constituyen un final de diez.

Lo cierto es que no domino mucho el tema de vinos de este restaurante por que la primera vez que fuimos pedimos el blanco de la casa (ocho euros la botella) y con él nos hemos quedado nosotros, y todos los amigos que hemos llevado. Es fácil de beber, suave, arómatico, tiene un color dorado precioso y no deja mala resaca (fijáos que caché tengo como enóloga). Recuerdo haber pedido en alguna ocasión ribera del duero, y haber quedado satisfecha, pero ni idea del nombre. Con todo, sospecho que la carta de vinos es completa.

Llegamos ya casi a la recta final, comentando que otra cosa que hace a este sitio guay son los menús especiales para grupos. Aparecen en la carta, y los hay de varios precios, creo que a partir de menos de veinte euros. Nunca he tenido la oportunidad de encargarlos, pero dicen que merecen la pena. Siguiendo con el tema precio, Mr Plaza y yo solemos gastarnos sobre 20 euros por persona si vamos a cenar, sin cortarnos de nada. Dos entrantes, dos platos principales, botella de vino, dos postres, dos cafés... y algún chupito.

Opciones de ocio:
En el Casco Vello siempre las hay. Uno puede tomarse una caña en locales como el Grettel, el Pasillo o el Bar Princesa. O vino en el Picadillo, Lume de Carozo, A curuxa... Si lo que buscas son locales en los que tomar una copa, de nuevo vuelven a servirlo en todos los bares de Plaza de la Constitución. O puedes tomarte un cóctel de cinco euros en el Uno Está. O copas a buen precio en el Porrón, la Barrica u otros pubs de la Calle Real y paralelas. Tú escoges.

En resumen... si no habéis ido aún ¿qué demonios hacéis leyéndonos?

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