Mad Men, Pan Am, The hour... Últimamente tanto la tele como el cine están envueltos de un aire retro que me da nostalgia. Me entran ganas de usar ceñidas faldas de tubo, stilletos, pintarme los labios de rojo inglés y sentarme a tomar un buen combinado.
Aunque no es nada nuevo porque ya hay bastantes lugares en Vigo donde tomarlos, como El Uno Está, el Grettel o casi cualquier pub, Mr Plaza y yo hemos recuperado la hora del cóctel. Lo bueno de este concepto es que la hora del cóctel puede ser la que tú quieras y con la comodidad de montarla en tu salón. La una de la tarde en plan aperitivo, después de trabajar, antes o después de la cena, cualquier momento es bueno.
Así que, en homenaje a más de dos años celebrándola en pareja, inauguramos la sección con un clásico de clásicos que actualmente levanta pasiones entre los gafapastas más pedorros. Pero antes de ese estelar momento...
Consideraciones previas:
- El objetivo es disfrutar de la copa y la compañía, no ir de botellón.
- Es muy deseable (lógicamente) tener una coctelera. Las puedes encontrar en tiendas de regalos, Pórtico Básico o incluso en un chino. Busca la tuya y no te obsesiones con la capacidad que tenga, recuerda que puedes hacer tantas tandas de cóctel como tus invitados quieran.
- Necesitarás también una cubitera para hacer el hielo en tu congelador, o tener bolsas de hielo de las que venden en un súper. Parece algo obvio pero nunca se sabe. Un cóctel sin hielo... en fin. No comments.
- Finalmente, también es indispensable algo con lo que picar el susodicho hielo, ya que muchas recetas lo piden. Mr Plaza y yo tenemos por casualidad un aparato específico para tal fin, además de nuestro vaso batidor, en el que hacemos algunos combinados directamente. Sin embargo al final, lo más cómodo y efectivo es un martillo de toda la vida. Se envuelve el hielo en un paño, se coloca éste sobre una tabla de cortar y se golpea hasta obtener la textura que queramos.
GIN TONIC.
Hay toda una subcultura por ahí en torno a los gin tonics. Un mundo lleno de expertos que discuten sobre los aromas de las ginebras, las burbujas de las tónicas, el vaso más apropiado para servirlos, apasionados debates sobre si echarles pepino o granos de café para acentuar el sabor...
Nosotros somos más campechanos, como el rey en sus buenos tiempos.
Ingredientes:
-2 cl de ginebra si se sirve de aperitivo antes de comer, vamos, lo que es un chorrito. Son 5 cl si es a partir de las cuatro de la tarde (un chorrito un poco más largo) y lo que te pida el cuerpo a partir de las 11 de la noche. Tú mismo. Desde aquí te animamos a beber responsablemente (ejem, ejem) aunque eso sí, la ginebra ha de estar en el congelador bien fresquita. Basándonos en la calidad-precio, nosotros bebemos Tanqueray.
-Tónica: igual es un poco pedante esto que voy a decir, pero la Nordic Mist NO es tónica. Para eso, es mejor beberse la ginebra a palo seco tipo Reina Madre de Inglaterra que además llegó a vivir casi cien años. Después de muchos experimentos, algunos que incluyeron gastarnos 4 euros en una botella de tónica (que estaba estupenda) recomendamos fervientemente la marca blanca de cómo no, Alcampo, que no es tan carbonatada como la típica Schweppes. Sin embargo, como es nada glamourosa igual te miran con condescendencia.
Aunque no es nada nuevo porque ya hay bastantes lugares en Vigo donde tomarlos, como El Uno Está, el Grettel o casi cualquier pub, Mr Plaza y yo hemos recuperado la hora del cóctel. Lo bueno de este concepto es que la hora del cóctel puede ser la que tú quieras y con la comodidad de montarla en tu salón. La una de la tarde en plan aperitivo, después de trabajar, antes o después de la cena, cualquier momento es bueno.
Así que, en homenaje a más de dos años celebrándola en pareja, inauguramos la sección con un clásico de clásicos que actualmente levanta pasiones entre los gafapastas más pedorros. Pero antes de ese estelar momento...
Consideraciones previas:
- El objetivo es disfrutar de la copa y la compañía, no ir de botellón.
- Es muy deseable (lógicamente) tener una coctelera. Las puedes encontrar en tiendas de regalos, Pórtico Básico o incluso en un chino. Busca la tuya y no te obsesiones con la capacidad que tenga, recuerda que puedes hacer tantas tandas de cóctel como tus invitados quieran.
- Necesitarás también una cubitera para hacer el hielo en tu congelador, o tener bolsas de hielo de las que venden en un súper. Parece algo obvio pero nunca se sabe. Un cóctel sin hielo... en fin. No comments.
- Finalmente, también es indispensable algo con lo que picar el susodicho hielo, ya que muchas recetas lo piden. Mr Plaza y yo tenemos por casualidad un aparato específico para tal fin, además de nuestro vaso batidor, en el que hacemos algunos combinados directamente. Sin embargo al final, lo más cómodo y efectivo es un martillo de toda la vida. Se envuelve el hielo en un paño, se coloca éste sobre una tabla de cortar y se golpea hasta obtener la textura que queramos.
GIN TONIC.
Hay toda una subcultura por ahí en torno a los gin tonics. Un mundo lleno de expertos que discuten sobre los aromas de las ginebras, las burbujas de las tónicas, el vaso más apropiado para servirlos, apasionados debates sobre si echarles pepino o granos de café para acentuar el sabor...
Nosotros somos más campechanos, como el rey en sus buenos tiempos.
Ingredientes:
-2 cl de ginebra si se sirve de aperitivo antes de comer, vamos, lo que es un chorrito. Son 5 cl si es a partir de las cuatro de la tarde (un chorrito un poco más largo) y lo que te pida el cuerpo a partir de las 11 de la noche. Tú mismo. Desde aquí te animamos a beber responsablemente (ejem, ejem) aunque eso sí, la ginebra ha de estar en el congelador bien fresquita. Basándonos en la calidad-precio, nosotros bebemos Tanqueray.
-Tónica: igual es un poco pedante esto que voy a decir, pero la Nordic Mist NO es tónica. Para eso, es mejor beberse la ginebra a palo seco tipo Reina Madre de Inglaterra que además llegó a vivir casi cien años. Después de muchos experimentos, algunos que incluyeron gastarnos 4 euros en una botella de tónica (que estaba estupenda) recomendamos fervientemente la marca blanca de cómo no, Alcampo, que no es tan carbonatada como la típica Schweppes. Sin embargo, como es nada glamourosa igual te miran con condescendencia.
- Cítricos: aquí ya no somos tan puristas. Lima o limón, a tu antojo. Se usa la cáscara, porque al parecer la quinina de la tónica reacciona negativamente con el zumo del limón y pierde sus propiedades burbujeantes. Sin embargo, como somos chicos malos, a veces le echamos al gin tonic un chorrito de zumo de lima embotellado. Vivimos peligrosamente.
- Hielo. En esta ocasión no es apropiado picarlo, igual aparece un experto en gin tonics y os mata. Por ello, es mejor usar hielo caserito, para que tenga un tamaño inferior al de pelota de tenis de los hielos de supermercado. Ojo, no vayáis poner el hielo al lado de la merluza congelada o de esas gambas que reserváis para un revuelto, que pilla olores. Y entonces aparece otro experto en gin tonics y os vuelve a matar.
Preparación:
Es bastante sencillo hacer un gin tonic en contra de lo que puedan hacernos pensar esos especialistas de la coctelería que hacen exhibiciones, los manuales de cócteles y demás fuentes oficiales que se ocupan del tema. En esta ocasión aún no necesitaremos ni coctelera ni martillo o accesorio picador.
Escogemos una copa o vaso ancho (¡muerte al vaso de tubo!) y echamos en ella una cantidad apropiada de hielo, que vendrá dada por las dimensiones de la misma. Cuatro o cinco cubitos, si no son muy grandes. Es entonces cuando echamos las cantidades de ginebra que hemos citado antes.
A continuación partimos una tira de la cáscara de la lima o el limón (con un poquito de la parte blanca, pero sin llegar a la pulpa) y con ella acariciamos brevemente los hielos para que se impregen del olor. Cortamos otro trocito de la corteza, esta vez sin parte blanca que amarga al paladar y, la introducimos sin miramientos en la copa para terminar regándola con la tónica. ¡Ya has concluído con éxito el ritual de hacer un buen gin tonic!
Observaciones y comentarios:
Es al final de la preparación cuando nosotros, en especial si no tenemos limones, ni limas frescas, ni ganas de curránoslo tanto, cometemos el horripilante crimen de echar un chorro de zumo de lima embotellado.
En cuanto al debate de pepino sí, pepino no, qué puedo decir. Como a vosotros os guste. Sin embargo me gustaría indicar que si echas el pepino, es mejor pasar de dejar dentro de la copa corteza de limón a modo decorativo. Personalmente creo que va mejor durante la época de calor.
- Hielo. En esta ocasión no es apropiado picarlo, igual aparece un experto en gin tonics y os mata. Por ello, es mejor usar hielo caserito, para que tenga un tamaño inferior al de pelota de tenis de los hielos de supermercado. Ojo, no vayáis poner el hielo al lado de la merluza congelada o de esas gambas que reserváis para un revuelto, que pilla olores. Y entonces aparece otro experto en gin tonics y os vuelve a matar.
Preparación:
Es bastante sencillo hacer un gin tonic en contra de lo que puedan hacernos pensar esos especialistas de la coctelería que hacen exhibiciones, los manuales de cócteles y demás fuentes oficiales que se ocupan del tema. En esta ocasión aún no necesitaremos ni coctelera ni martillo o accesorio picador.
Escogemos una copa o vaso ancho (¡muerte al vaso de tubo!) y echamos en ella una cantidad apropiada de hielo, que vendrá dada por las dimensiones de la misma. Cuatro o cinco cubitos, si no son muy grandes. Es entonces cuando echamos las cantidades de ginebra que hemos citado antes.
A continuación partimos una tira de la cáscara de la lima o el limón (con un poquito de la parte blanca, pero sin llegar a la pulpa) y con ella acariciamos brevemente los hielos para que se impregen del olor. Cortamos otro trocito de la corteza, esta vez sin parte blanca que amarga al paladar y, la introducimos sin miramientos en la copa para terminar regándola con la tónica. ¡Ya has concluído con éxito el ritual de hacer un buen gin tonic!
Observaciones y comentarios:
Es al final de la preparación cuando nosotros, en especial si no tenemos limones, ni limas frescas, ni ganas de curránoslo tanto, cometemos el horripilante crimen de echar un chorro de zumo de lima embotellado.
En cuanto al debate de pepino sí, pepino no, qué puedo decir. Como a vosotros os guste. Sin embargo me gustaría indicar que si echas el pepino, es mejor pasar de dejar dentro de la copa corteza de limón a modo decorativo. Personalmente creo que va mejor durante la época de calor.
Si eres de esos raros especímenes que tienen limones y además limas en su furtero, puedes jugar con los colores y decorar con un trocito de la piel de ambas.
Sugerencias gastonómicas:
Si vais a servir este cóctel antes de alguna comida principal (almuerzo o cena) creo que un poco de salmón ahumado o unas anchoas serían perfectos. Sobre tostaditas con un toque de mantequilla y un poco de cebollino encima, no se porqué, pero me pega. Quizá algo de queso de rulo de cabra podría irle bien, y por favor, bicoteemos los frutos secos. Unos palitos de zanahoria y pepino para mojar en un aliño de salsa de soja y limón, seguro que triunfan ¿Aceitunas? No es el momento, son las compañeras inseparables de Mr Martini. Meditadlo un rato, seguro que se os ocurre un aperitivo perfecto.
Sugerencias gastonómicas:
Si vais a servir este cóctel antes de alguna comida principal (almuerzo o cena) creo que un poco de salmón ahumado o unas anchoas serían perfectos. Sobre tostaditas con un toque de mantequilla y un poco de cebollino encima, no se porqué, pero me pega. Quizá algo de queso de rulo de cabra podría irle bien, y por favor, bicoteemos los frutos secos. Unos palitos de zanahoria y pepino para mojar en un aliño de salsa de soja y limón, seguro que triunfan ¿Aceitunas? No es el momento, son las compañeras inseparables de Mr Martini. Meditadlo un rato, seguro que se os ocurre un aperitivo perfecto.
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